PUNTUACIÓN
Nadie puntúa igual, como nadie tiene las mismas huellas dactilares. En este terreno difícilmente pueden
darse normas muy estrictas. Los signos de puntuación
sirven, en general, para separar las ideas entre sí y
facilitar la comprensión de un escrito, pues sin ellos
podría resultar dudoso y oscuro, y el texto perdería gran
parte de su significado.
La coma
La coma debe utilizarse para indicar pausas
gramaticales menores y algunos detalles que explican
el texto; es, quizá, uno de los signos más
arbitrariamente usados. Se emplea coma:
En las enumeraciones, para separar elementos
análogos de una serie, esto es, separar los términos
de igual clase que no van unidos por conjunciones.
Ejemplo: Esta mañana compré naranjas, peras, uvas y
limones.
Para separar elementos con carácter incidental
dentro de la oración, es decir, frases u oraciones
explicativas o conjuntivas, donde se aclara, amplía o precisa lo que se dice. Ejemplo: Ernesto, cuando se lo
propone, puede hacer las cosas bien.
Antes y después de las frases en aposición. Ejemplo: Michael Nyman, artista de renombre, dará una función
gratuita. Hogar Feliz, empresa al servicio del ama de
casa, ofrece a la venta sus nuevos productos.
Para separar el vocativo. Ejemplo: María, prepara la
cena. Escuchen, compañeros, la voz del camarada
Alberto.
Entre los miembros independientes de una cláusula:
Ejemplo: Todos mis amigos estudian, todos son
buenos alumnos, ninguno ha reprobado.
Luego de frases como a saber, en cambio, en efecto,
en fin, es decir, esto es, no obstante, o sea, por
consiguiente, por tanto, sin embargo.
Cuando hay un orden de las ideas. Ejemplo: Estuvieron
muy contentos toda la tarde, y se enojaron por cualquier
bobería.
En sentencias y proverbios. Ejemplo. El mejor amigo
del hombre (es), el perro.
Cuando la palabra como introduce una explicación,
pero no cuando la conjunción es comparativa:
Ejemplos: a) Y la memoria tenaz dentro de ti, como una
fuente con el destino de sonar a oscuras. b) Fluyen las
apariencias como el caudal de un río sin fuente.
No debe colocarse una coma entre verbo y sujeto,
aunque éste conste de varias palabras. Ejemplo: Los
índices de precios al consumidor fueron alterados otra
vez.
No olvides que los autores distribuyen las comas en un
escrito de acuerdo con su estilo personal de redactar.
Un ejemplo de Cien años de soledad:
Punto
En general, el punto sirve para terminar una frase
redonda, es decir, una idea con sentido completo. El
punto seguido indica que una frase u oración tiene
sentido completo; se usa para terminar una frase e
iniciar otra en la que se continúa hablando del mismo
tema; esto es, para separar oraciones relacionadas
entre sí. La concisión no es un defecto. Veamos un
ejemplo de Juan Rulfo:
Este pueblo está lleno de ecos. Tal parece que
estuvieran encerrados en el hueco de las paredes o
debajo de las piedras. Cuando caminas, sientes que te
van pisando los pasos. Oyes crujidos. Risas. Unas
risas ya muy viejas, como cansadas de reír. Y voces ya
desgastadas por el uso. Todo eso oyes. Pienso que
llegará el día en que estos sonidos se apaguen.
El punto aparte marca que un párrafo ha terminado,
bien sea porque se tratará un asunto diferente, o
porque se seguirá hablando de lo mismo, pero desde
otro punto de vista. En otras palabras, cada párrafo
debe contener una idea básicamente.
Punto y coma
La diferencia entre el punto y seguido y el punto y coma
es, a veces, tan sutil que muchos autores han
desechado el uso del segundo y en sus escritos
prefieren utilizar sólo punto y seguido. Pero esto no siempre es correcto. El punto y coma se emplea para:
Separar varios miembros de un periodo cuando tienen
dos o más oraciones que ya llevan una coma
intermedia. Ejemplo: Cayeron varios aguaceros, en
ocasiones torrenciales; dejaron el pueblo inundado
como si fuera un enorme charco. Sus cabellos son
negros, del color de la noche; tienen el brillo de las
estrellas.
Separar oraciones estrechamente relacionadas entre
sí, aunque no enlazadas con conjunción. Ejemplo:
Viajamos por todos los países de Europa, sin importar
que no conociéramos el idioma; íbamos y veníamos de
uno a otro como Pedro por su casa. Otro ejemplo:
Trabaja con el barro como si estuviera amándolo,
preparando la entrega; lo toma entre sus manos, lo
suaviza; trabaja con todos los sentidos puestos en el
tacto.
Para separar oraciones que comparten un mismo
verbo que se suprime después de la primera mención
por estar sobrentendido. Ejemplo: A Felipe le gustan
las calabazas; a Sofía las zanahorias.
El guión largo
El guión largo no sólo se utiliza para introducir los
parlamentos de un personaje, también sirve para
encerrar aclaraciones o acotaciones explicativas.
Ejemplo: El número de enfermedades respiratorias
ocasionadas por el vicio de fumar va en aumento —
según estadísticas recientes. Otros ejemplos: Cintia ha
vuelto para reprocharle sus infidelidades —olvida, como
siempre, las suyas—, recordarle sus traiciones y
repetirle su amor. Para conocer a la naturaleza —en
realidad: para dominarla— la hemos cambiado. En
opinión de algunos autores, los guiones largos pueden
ser sustituidos por los paréntesis e incluso por comas.
La diferencia entre una u otra opción depende de cómo
perciba quien escribe el grado de conexión que el
inciso mantiene con el resto del enunciado. Algunos
autores consideran que el guión largo sirve para
introducir en un texto una digresión. ¿Por qué no
empleamos los paréntesis con esta finalidad? Hay una
leve pero importante diferencia entre un comentario y
una digresión. Los comentarios relacionados con el
asunto tratado en el texto se encierran entre paréntesis.
Pero si aludimos en el curso del texto a asuntos
distintos del tratado en el mismo, apartándonos,
siquiera levemente, del tema principal del discurso para
referirnos a alguna otra cuestión, lo que realizamos es
una digresión. En estos casos, es preferible el uso de
las rayas (aunque también es lícito el empleo de
paréntesis).
El paréntesis
El paréntesis sirve para encerrar cualquier inciso
(palabras, oraciones y párrafos que aclaran, precisan o
amplían lo dicho). Se emplea, en especial, para separar
incisos, es decir, oraciones completas que guardan
relación con la primera pero que gramaticalmente no se
enlazan. Ejemplo: Sucedió en el invierno (parecía que el
verano había quedado atrás hacía mucho tiempo) y
estaban en plenas fiestas navideñas. El paréntesis
también se utiliza para citar algún dato opcional o
aclaración suplementaria relacionada con la oración,
generalmente fechas. Ejemplo: En el estudio hecho por
Barbour (1973) se explica con detalle el tema.